No tenés por qué salir de tu habitación. Quedate sentado y escucha. Ni siquiera escuches, simplemente espera, quedate en silencio, quieto y solitario. El mundo se te ofrecerá libremente para que lo desenmascares, no tiene opción, se revolcará en éxtasis a tus pies.
> Texto © Franz Kafka
> Fotos © Katrina Kepule