Se dice que la historia de la fotografía comienza con la interpretación de las estrellas.
Benjamin asocia las estrellas no sólo con el lenguaje fotográfico, que focaliza la relación entre luz y oscuridad, pasado y presente, vida y muerte, lectura y escritura, conocimiento y representación, motivos que pertenecen a la historia del fenómeno fotográfico, sino que también las vincula a la posibilidad de la mímesis en general.
En -La enseñanza de lo semejante- y en -Sobre la facultad mimética-, comienza su historia de la producción de semejanzas sugiriendo que, miles de años atrás las constelaciones estelares no sólo inspiraron la imitación sino que ya eran objetos, cuyo carácter mimético anunciaba su relación con la posibilidad del sentido.
Como la fotografía, las estrellas son, entonces, otro nombre para lo que hace posible la semejanza, otro nombre para designar el proceso de reproducción mimética.
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Foto: Ann Mansolino
Texto: Walter Benjamin