«Cuando fotografío intento seguir mis instintos, más tarde analizo por qué lo he fotografiado y la imagen me da la respuesta. Hay una colaboración, un intercambio entre mi obra y yo».
Rinko Kawauchi es una fotógrafa japonesa nacida en Shiga en 1972 que actualmente vive y trabaja en Tokio.
La obra fotográfica de Rinko tiene sus raíces en el sintoísmo, religión originaria de Japón basada en la adoración de los kami o espíritus de la naturaleza. De acuerdo con esta religión, todas las cosas de la tierra tienen un espíritu y, por tanto, ningún sujeto es demasiado pequeño o mundano para no ser fotografiado. Kawauchi percibe la vida como una serie de dualidades. Considera que la naturaleza efímera de estas dualidades es lo que determina nuestra frágil existencia.
Sus fotografías plasman los momentos cotidianos de la vida. Sus imágenes poéticas nos llevan hacia el silencio y el amor por las pequeñas cosas. Construye poesía con palabras e imágenes. De hecho, sus fotografías se han descrito como «haikus visuales».
Kawauchi dice: «No es suficiente que la fotografía sea hermosa, si no mueve mi corazón, no moverá el corazón de nadie más».