Los referentes sólo sirven para saber gestionar lo que la obra requiere, de hecho, lo que la obra impone. La obra es la que marca un trazo al que hay que saber dar continuidad. Las bases teóricas sobre la creación se han de conocer y aplicar para personalizarlas. Hay principios pero no fórmulas. Las fórmulas generan confianza pero hacen ver la realidad a través del visor de la cámara, nunca a través de la mirada. La mirada no tiene un marco, una pauta, ha de estar abierta a «un estado mental», como el de Graciela Iturbide, “que te hace ver lo que vas buscando” y poder, en consecuencia, expresarlo a través de un lenguaje que empiece a delimitar un código personal.⁣

⁣[…]⁣

⁣Una vez asumidos los límites de las referencias, la conclusión de que cada obra tiene su propia teoría y la certeza de que la creación es una búsqueda persistente de principios, se puede llegar a entender que una obra que parte de la intuición, o del instinto, como se suele a veces argumentar, es una obra que remite a la duda y que puede crear desconfianza en la capacidad de un autor. El artista no se debe a la teoría, pero sí al compromiso de reflexionar sobre cómo puede actuar el lenguaje sobre lo que se quiere comunicar. Una obra necesita expresar un contenido y a la vez disponer de una forma que lo impulse. Un doble aspecto que se ha de ver reflejado con coherencia en las fotografías que realice cada autor. En el tiempo de la creación, el autor no debería ver más imágenes que las suyas y escuchar más opiniones que las propias y, de manera simultánea, debe de asumir la inseguridad que esa soledad comporta. Al no recibir ninguna certeza del exterior se puede generar inseguridad pero, precisamente, lo más significativo es vivir la creación con un cierto estado de incertidumbre. Las dudas han de ser una constante que acompañará al artista en todo su proceso creativo y el interrogante otra derivación añadida, porque desde la teoría nunca se sabrá cómo a Graciela Iturbide «de la muerte le nacieron los pájaros».⁣

⁣

Graciela Iturbide • Serie Pájaros⁣
Texto • Llorenç Raich Muñoz⁣