Eclipsar la muerte, Joan Fontcuberta

Toda fotografía constituye una promesa de eternidad, a costa de descubrirnos a todos como cadáveres: la imagen permanece cuando el cuerpo se desvanece. La fotografía, para Kracauer, no ayudaba a recordar lo esencial, sino que contrariamente distorsionaba la memoria. «El ser humano no es quien aparece en su fotografía, sino la suma de aquello que se puede extraer de él. La fotografía lo destruye cuando lo retrata... los rasgos de las personas se conservan sólo en su historia». Si fotografiamos es para apegarnos a instantes de la vida de tal forma que olvidamos que existe la muerte. La fotografía tendría pues como misión eclipsar la idea misma de la muerte.


Texto • Joan Fontcuberta, 2010.

Fotografía post-mortem • Romualdo García, 1887.