Florence Henri miró el mundo a través de espejos buscando perspectivas para centrar la atención en la estructura reforzando la noción de composición. Su trabajo, menos conocido que el de sus coetáneos masculinos, como Man Ray o Lászlo Moholy-Nagy, entre otras figuras masculinas de su entorno; a día de hoy resulta aún más fascinante por lo que representa el trabajo de una mujer en una época eminentemente masculina pero también, por que denota su profundo interés por la observación, el análisis y la síntesis desde una perspectiva que atiende a la emoción, algo que se les escapaba a muchos de sus contemporáneos.⁣⁣

Influenciada por el constructivismo, el cubismo y el surrealismo, la obra de Henri es parte del espíritu creador del período, durante el cual, la fotografía, como el cine y la arquitectura encarnaba un interés creciente por la innovación y el progreso. Así, con los años, sus producciones resultaron cada vez más complejas mediante el uso de espejos, objetos industriales y naturales.⁣

Henri dice: «Los volúmenes, las líneas, las sombras, y la luz tienen que obedecer a mi intención y expresar aquello que quiero que digan. Esto ocurre bajo el estricto control de la composición, ya que no pretendo explicar el mundo ni tampoco explicar mis pensamientos». ⁣⁣

Los movimientos artísticos vinculados a la Bauhaus fueron siempre organizados y liderados por hombres que llevaron sus nombres a lo más alto de la historia del arte y de la fotografía, invisibilizando el trabajo de muchas mujeres que también fueron pioneras del propio lenguaje plasmado en sus obras visuales, textos literarios, ideas y pensamientos. Florence Henri fue una de ellas entre otras colegas como Lucía Moholy, Irene Bayer-Hecht, Ellen Auerbach, Marianne Brandt y más.⁣⁣

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Florence Henri • 1893 — 1982
Espejos de la vanguardia • 1927 — 1940